Hoy toca recordar viejos comercios coruñeses que han ido cerrando a lo largo de los últimos años. Las fotos las he ido recogiendo en internet, en la gran mayoría de los casos me ha sido imposible conseguir quien ha sido el autor. Si alguien al visitar esta entrada sabe quién es el autor me gustaría que me mandase la información para añadirlo en el pie de foto.
Imprenta Garcybarra en la Calle Real
Foto editada en 1940 con m0tivo de los 50 años de la imprenta. Fuente: José María Vázquez Albertino
La imprenta Garcybarra estaba en la calle Real donde con el tiempo se puso Porvén. Cuenta Iglesias Martelo en su libro “La Calle Real Coruñesa” que en el número 66 de esa calle había un establecimiento en el año 1868 al frente del cual estaba Fortunato García Ybarra, dedicándose el establecimiento a la venta de objetos de fantasía y artículos de escritorio.
Ya el en 1902 se convierte en imprenta y cambia el nombre a Garcybarra. Editó revistas y diversos folletos alcanzando durante la primera mitad del pasado siglo fama en la ciudad.
Tengo un vago recuerdo que a la entrada había una descomunal báscula donde a veces mis padres me ponían para ver mi evolución. La compra de aleluyas y la reproducción de un cartel de cantar de ciego también creo recordar.
Aniceto Rodríguez en el Cantón Pequeño
La Guerra de la Independencia fue el comienzo de este ultramarinos. Un antepasado francés del último dueño se quedó al finalizar la guerra por estas tierras abriendo un establecimiento con el nombre de Dans. Ya en 1930 cambia la denominación al que tuvo hasta su cierre, “Aniceto Rodríguez”, en 2012.
Aniceto fue un referente de innovación. El servicio a domicilio, las espectaculares cestas navideñas con que sorprendía todos los años en su escaparate; cachuchas, lacones, chorizos al llegar el carnaval. Era el cuidado y la atención. La calidad de sus productos estaba garantizada. Fiambres selectos, arroces, garbanzos, alubias, todo tipo de conservas. Si no se encontraba algo en un ultramarinos o en los nuevos delicatesen abiertos, Aniceto siempre lo tenía.
En cierta ocasión un familiar me encargó que le comprase angostura, que necesitaba para deleitarnos con una nueva receta. Busqué en toda la ciudad sin encontrarla, me acerqué a Aniceto y ante la pregunta si tenían el producto buscado se me contestó: “¿cuántos quieres, dos, tres…?. Eso era Aniceto.
Chocolates Pereiro en Estrecha de San Andrés
Fuente: José María Vázquez Albertino
Cuando de niño pasaba por la Estrecha de San Andrés al llegar a las inmediaciones de La Proveedora Gallega o Chocolates Pereiro aminoraba la marcha, quería disfrutar con tranquilidad el aroma que salía del establecimiento e iba impregnando la calle como una niebla fina. Era un lujo para las pituitarias, entrar era la culminación para seguir segregando jugos ayudados por la contemplación de la variedad de embalajes que escondían aquellos manjares y se mostraban en los anaqueles.
Se hacían los chocolates al fondo del establecimiento, nunca llegué allí. Cuando unos años después leí las historias de Willy Wonka me imaginé a un señor Wonka coruñés encerrado en este querido comercio de la Estrecha dedicado a utilizar la fórmula mágica en la elaboración del chocolate
Hace años que pasear por esta calle ha perdido ilusión, hasta los bellos murales han desaparecido quedando un triste recuerdo de una fachada estropeada que espera una recuperación. Cuando cerró, hace más de cinco años, se comentó que era por una rehabilitación del edificio. El tiempo va pasando y todo va a peor. ¡Qué pena!
Insua y Vizoso en Rubine
Llegar a Insua y Vizoso era empezar a oler el mar que la brisa marina extendía por Rubine en el camino hacia la playa. Eran también las expectativas de las victorias del Deportivo los domingos por la tarde camino de Riazor. Poco me fijaba en sus escaparates pero el edificio de una sola planta era un referente en la Plaza de Pontevedra. El material de construcción, los saneamientos… cambiaron de local a mediados de los sesenta y a la apetecible esquina llegó el inmenso edificio que acogió en su bajo a uno de los primeros pelotazos al final del franquismo: Sofico. Hoy está la perfumería Arenal después de haber estado Cesar Blanco.
Foto Blanco en la Calle Real
Foto Blanco era lo más en la foto coruñesa. El reportaje de las bodas importantes tenía que hacerse ahí. Blanco y Cancelo eran los reporteros coruñeses de La Voz y del Ideal. Cancelo tenía un pequeñísimo establecimiento al final del Cantón Pequeño, Blanco llegó a tener media docena de establecimientos en la ciudad. Hoy las fotos de Blanco y su sucesor Alberto Martí nos recuerdan la historia de esta ciudad. Las de Cancelo de una gran belleza se conocen poco, desconozco donde podrán estar sus archivos.
Joyería Malde en la calle Real
En Malde había clase, la fachada de aire británico emanaba distinción no en vano se anunciaban como proveedores de la Casa Real y eso quedó para siempre. Tengo que confesar que nunca entré, ¿para qué iba yo a hacerlo?, me limitaba a contemplar el escaparate cuando ponían el Teresa Herrera. Toda una vida haciendo el diseño de un trofeo mítico. También le llegó la crisis y cierra después de llevar abierto desde 1898.
Con el recuerdo de este establecimiento tengo la imagen a mediados de los sesenta de un personaje coruñés llegando a su casa, que estaba muy cercana, montado a caballo que dejaba atado al lado del portal mientras comía.
Librería la poesía en San Andrés
La Poesía, al comienzo de San Andrés, estuvo inalterable al paso del tiempo. Desde el año 22 hasta 2001 que cerró, según dicen los que lo conocieron desde un principio no experimentó cambio. Entré varias veces, pocas a comprar libros, mi visita iba en la búsqueda de recortables, calcomanías, objetos de broma en Carnaval, figuritas en Navidad, mapas mudos. Era un referente en la ciudad, como un mojón que marcaba un lugar. Tenía atractivo, su olor impregnaba el ambiente, lo hacía diferente rodeado todo de magia. Al pasar ahora y verlo mudo, ha perdido hasta el letrero, cerrado te das cuenta del paso del tiempo.
El arca de noé en san andrés
Mucho tiempo con la nariz pegada al escaparate del “Arca de Noé” pasé en mi infancia. Era un auténtico batiburrillo de sensaciones desde las bicicletas a guitarras o bandurrias y tambores mezclados con vaqueros defendiendo el fuerte de los indios, al lado las cajas de madera de los Juegos Reunidos Geyper, por encima animales de goma, cochecitos, juegos de La Oca, Parchís, yoyós, combas, tabas… y abriéndose camino: ¡el tren eléctrico!
¡Cuánta ilusión contenida para la noche fantástica!
el Barato Mercantil en Santa Catalina
Caminar por delante del Barato Mercantil te llenaba de dudas: saludar o echar a correr. Los maniquíes que permanecían estáticos en la puerta eran los que provocaban la indecisión. Igual que los maniquíes los escaparates eran inalterables al paso del tiempo. El comercio ofrecía monos y otras prendas de trabajo.
restaurante viuda de alfredín enfrente del estadio
Termino el paseo por el comercio coruñés desaparecido con un restaurante para hacer una celebración virtual: “Viuda de Alfredín”. Estaba en Riazor enfrente del campo de fútbol. Echó el candado a comienzos de los ochenta después de atender a la parroquia desde 1932. Las especialidades con que Carmen Botana alegraba a sus clientes eran los callos, la tortilla de patata acompañada de lonchas de jamón, merluza a la romana y carne asada. Tenía una acogedora terraza donde en verano se disfrutaba a la sombra de la excelente comida. Sus hijos abrieron otros establecimientos con muy parecidos productos: Botanita y Casa Polo, hoy también cerrados.
Sigo diciendo que me encanta todo lo que publicas aquí, Angel. Máxime si como relatas están unos establecimientos tan acreditados como La Proveedora Gallega, propiedad de la familia de nuestro buen amigo y compañero de colegio José María Vazquez Albertino, «Tino», o «La Poesía», , que regentaba mi tío político José María Hernandez Monasterio, recientemente fallecido. Obran en mi poder, obsequio de este último, varias copas tipo «chupito» procedentes del comercio de cristalería que precedió a la librería, inaugurada, como bien dices, en 1922.
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Muchas gracias. No sabía lo de la cristalería. Un abrazo.
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Tino, también compañero mio de estudios en Santiago. Si me lees un abrazo fuerte
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Igualmente. abrazos.
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Antes de Arenal, estuvo El Pincel.
Un abrazo y gracias por compartir.
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GRACIAS.
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Precioso tributo a esa Coruña vinagre un pist muy bonito saludos
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Perdón quise decir vintage el corrector.Saludos
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Pasa, a veces es un entrometido. Buena noche.
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GRACIAS.
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Buenos dias , hoy tuve la suerte de leer este texto , puedo decir que conoci algunos establecimientos como chiquillo e cuando me recuerdo ( muchas veces) de Coruña entre várias cosas me recuerdo de la fabrica de chocolate ( mi abuela vivia en la Barrera nº 30 – 3º ) la libreria La Poesia, El Arca de Noe, los troleybuses. Muy buenos recuerdos e principalmente porque en eses tiempos la parte vieja de la ciudad tenia mucha vida , mucho movimiento, muchos establecimientos , gente. Hoy la ciudad en general está aún más bonita, con muy buenas condiçiones para vivir, pero las personas dejaron la parte vieja de la ciudad , e el poco comércio que hay no funciona . No vivo en Coruña e que pena tengo , pero me gustaria que la ciudad vivisse, trabajasse e fuese para los Coruñeses, e no para los turistas o para se adaptar a los turistas. Todos estos establecimientos ( que son algunos entre muchos más) que nos traen buenos recuerdos hacen parte de la história de esta ciudad . No deverian desaparecer. Muchas gracias
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Otro comercio emblemático fue la tienda de musica de la calle Real.
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Si señor. Canuto Berea con un mandil gris.
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Eran los hijos de Canuto Berea, dos ancianos ya, con bata gris de trabajo, a veces alguno de ellos ( eran muy parecidos los dos ) se sentaban en una silla, a la entrada de la tienda, a veces también los tengo visto barrer con una escoba de caña el suelo de madera . Era una tienda del siglo XIX.
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Recuerdo casi todos; Aniceto fue amigo de mi abuelo Antonio Ulloa, y siempre se lo recuerdo con mucho cariño y respeto; de él se decía que mutuamente se ayudaron en la posguerra, mi abuelo como abogado y Aniceto con sus ultramarinos. Creo que el personaje a caballo era D. Antonio Tovar Blanco-Rajoy, Procurador de los Tribunales como yo…
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Creo que sí. Un saludo.
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muy bueno y breve (dos veces bueno)
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Gracias.
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Gracias por estas crónicas de la ciudad donde nació mi padre y que siempre llevo en mi corazón. Yo nací en La Ciudad de México y soy bisnieto de Don José María Rodríguez Pardo, fundador del Hotel Palace. Un abrazo dese México.
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Maravillosos recuerdos de una gran ciudad que yo viví cuando era una niña, me sentaba en el escalón de la tienda de mi abuela, que tenía en el 166 de la calle San Andrés, se llamaba Curtidos Cebrián, allí recuerdo venían todos los zapateros de Coruña a comprar y los que no eran zapateros también, recuerdo y éso que era bien pequeña que nos daba la merienda a mis primos y a mi, y nos mandaba a la plaza de la Cormelana a jugar, ¿Quien deja hoy día a unos chicos solos en la calle sin vigilancia? Aquellos eran otros tiempos. Mí abuela cerró en el año 70, pero siguió con él mi tía, pero no me acuerdo cuando lo cerró, ya lé preguntaré, por que aún con 93 años tiene una memoria de elefante, gracias por todas éstas historias que nos cuentas, que a mí me encantan y té estoy muy agradecida, un abrazo y un saludo
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Me alegro mucho que estos relatos traigan bonitos recuerdos. Buen día.
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Gracias por tus recuerdos, yo me casé en 1967 y celebré mi boda en La viuda de Alfredín, era muy amigo de mi padre y fue su regalo de boda
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Siempre fue un referente de buena cocina en la ciudad. Buena noche.
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En Aniceto trabajaba mi abuelo. Llevaba las cuentas en una oficina al fondo del local y también era quien hacia los carteles con caligrafía del escaparate.
Mis otros abuelos eran los dueños de la pastelería Pelletier en la calle Real.
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Hola, Estoy interesado en la confitería Pelletier. Investigando la genealogía familiar me sale una rama que estaba relacionada con Honorato Pelletier y sus sucesores ¿Podría contactar con usted? Un saludo
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Precioso artículo.Hecho en falta ultramarinos KESSLER en calle real,La Viuda de Naviero en la plaza de Santa Catalina ,la Montañesa en la plaza de España y un sinfín de locales más que ojalá sigamos recordándo en próximas entregas.Preciosas fotografías.
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Si. Faltan muchos, para otra ocasión. Gracias.
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Al dueño de Chocolates Pereiro y como anécdota lo pusiera un médico a régimen de marisco……su mujer era muy amiga de mi madre y compraba en San Agustín volviéndose loca por esta circunstancia y que además tampoco era barato el marisco en aquella época…..De estas historias de Coruña se bastantes.Un daludo
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Sabes si el médico se apuntaba a comer?
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Trabaje en La Gloria de las Medias, y me fui a Vigo a establecerme con otro negocio, alguien me podría mandar fotos de su fachada , estaba en San Andrés, también hecho de menos una tienda que había en la calle Real, Carbajo , negocio de ropa de caballero, recuerdo su fachada de mármol a dos tonos verdosos.
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En la mayoría de estos negocios,en algún momento he participado.
LA POESÍA, en kas gripes infantiles,que te mantenían 8 dias sin salir, mi madre me compraba unas tiras de muñecas recortables.
FÁBRICA CHOCOLATE,kas meriendas de pan con chocolate
ARCA DE NOE ,dónde encontrsbas de todo
FOTO BLANCO ,revelar los carretes después de una excursión o fiesta.
ANICETO, compra Lacón Carnaval
ALFREDIN, comidas familiares para degustar las cigalas y merluza
MALDE, parada obligatoria para contemplar escaparate en los paseos por la calle Real.
Una vida……
MAGNIFICO REPORTAJE
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Gracias. Buena noche.
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Nadie habla del magnífico salón de té- pastelería» El progreso»(?).Situada en la calle Real y posteriormente uno de sus empleados,Manolo,fundaría la magnífica pastelería Berna en Marcial del Adalid.
Tampoco de La Jijonenca de la calle Real,ni de » los juanitos» y » las juanitas»,de la librería «Porven»,de los sombreros de la «Casa Eugenia»,el ultramarinos Madrid-París…..y muuuucho màs.
Posteriormente » Moya»,»Madame x»( Sarape),Estrada,la librería «Colón»,»La Rosaleda»,,»Maisonfor»,»La maja».
,»Ripamonti»,»La farmacia europea»….
Y dicen que el corazón de La Coruña està mejor ahora? Sí calle Real,Cantones…es para llorar!!!
Mucha explanada para turistas en barco .Eso sí.Una pena.
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Todo me recuerda a mi niñez y juventud , unas tiendas de toda la vida , hasta que cerraron, yo entre ellas , quizá la última …
PORVEN , Real 66
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Familia encantadora al público.Muy buena gente.
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Todo lo que escriben me llega muy profundo a mí corazón. Agradezco poder recordar tantas cosas de mí niñez hasta que a los 9 años mí madre viuda de mí papá, se vino a vivir a Argentina donde nos reclamó un tío para poder ingresar. Y aquí todavía estoy. Soy Carmiña siempre desde que llegué y cargada de morriña desde 1950. Por lo cual agradezco a todos los que escriben mensajes de la época de mí niñez.Pero a veces me caen lágrimas por mí cara mientras los leo. Es una enfermedad incurable : la «Morriña». No tiene cura. Me iré sin poder cumplir mí sueño. «Vivir en Coruña que bonito es , andar de parranda y » durmir de pe». ❤️😭
mcsomoza1949@gmail.com
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Me alegra que estas historias sirvan para recordar y avivar sentimientos. Gracias.
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