Tenreiro y Estellés: «Diseño y estructura»

Antonio Tenreiro (1893- 1972)  y Peregrin Estellés (1891- 1981) se conocen en Madrid cuando estudiaban arquitectura, montan un estudio en esa ciudad y en 1921 llegan a A Coruña para afrontar la construcción del Banco Pastor al ser reclamados por Pedro Barrié, primo de Tenreiro.

La construcción del edificio fue motivo de polémicas entre la ciudadanía, a algunos les parecía desproporcionado y no estaban de acuerdo de haber tirado lo anterior. La ubicación del edificio también fue objeto de dudas, en un primer momento se pensó en construirlo en el solar donde después fue la Casa Barrié.

El dúo funciona a la perfección como lo demuestra la gran producción y el alto nivel conseguido. Mientras que Tenreiro se encarga del diseño, la estructura es cosa de Estellés.

Después de la guerra Tenreiro es represaliado y los proyectos, durante unos años, los firma Estellés. Subo estas fotos para disfrutar de una etapa interesante de la arquitectura de la ciudad y  ver la evolución desde el eclecticismo al racionalismo y art-decó.

BANCO PASTOR. AÑO: 1925
Antes de la construcción del Banco Pastor. Año: 1914
Año: 1905
Solar preparado
Año: 1922. Foto: Pedro Ferrer
Año: 1926
Años: 30
Año: 1935. Foto: Roisin
MENÉNDEZ PELAYO, 1. AÑO: 1924
CASA BARRIE. AÑO: 1926
Desde la Plaza de Vigo. Año: 1929
Desde Linares Rivas
CALLE FERROL, 14. AÑO: 1926
CALLE REAL, 17. AÑO: 1920
PARDO BAZÁN,2. AÑO: 1932
Arzobispo Lago-calle Ferrol-Juan Flórez. Año: 1933
CALLE GENERAL ALESÓN-PUERTA DE AIRES. AÑO: 1933
ESQUINA ORZÁN CON SOL. AÑO: 1934
PLAZA DE LUGO, 19. AÑO: 1934
LINARES RIVAS, 57. AÑO: 1937
AVDA. DE OZA, 8. AÑO: 1939
ATALAYA. AÑO: 1933
ESCUELA DE COMERCIO. AÑO: 1941
ESCUELA DE MAGISTERIO. AÑO: 1941
ESCUELA DE NAÚTICA. AÑO: 1948
INSTITUTO MASCULINO. AÑO: 1941
ESTACIÓN DE SERVICIO CUATRO CAMINOS. AÑO: 1934. EDIFICIO PERDIDO
CASA DE LA CULTURA. AÑO: 1952
CLÍNICA DEL PILAR (PLAZA DE PONTEVEDRA). AÑO: 1929. EDIFICIO PERDIDO
Tenreiro y Estellés. Fuente: Art-Nouveau Coruña

EL PODER CAIDO

Cruce Cantones con Santa Catalina. Año: 1964. Foto: Blanco

La ciudad se complicaba, los coches en aumento empezaban a adueñarse poco a poco de las calles. Los semáforos aún no habían llegado y el Ayuntamiento decide dar categoría a los guardias de la circulación elevándolos en una especie de púlpito civil para que desde las alturas con sus pitidos largos, cortos, continuos… y movimientos malabares dar salida y agilidad al tráfico.

Era un espectáculo ver desde el suelo su continuo movimiento, su poder. En nuestros juegos de niños cuantas veces los imitábamos y más de uno quería ser de mayor guardia de tráfico.

En la vida a veces el poder es empujado por el destino, y lo más alto puede caer.

Pobre guardia, tener que volver al pie de calle a mezclarse con los humildes mortales hasta que se reponga el orden debido.