La foto nos muestra el edificio del Círculo de Artesanos, asociación fundada a mediados del siglo XIX que fue durante años un centro de liberalismo marcando la vida cultural de la ciudad. El espléndido edificio fue un referente en la calle de San Andrés. Ocupaba la asociación desde finales del XIX es transformado de una manera incomprensible en el de la fotografía inferior.
Colaboró en la creación de la “Cocina Económica” y en “Las Escuelas Populares Gratuitas”. También en la “Universidad Popular” donde dieron conferencias Casares Quiroga, Enrique Hervada, Unamuno, Enrique Carré… Debuta con ocho añosel gran violinista Pablo Saraste que sería becado al principio de sus estudios en Madrid por Juana de Vega.
La biblioteca excepcional hasta nuestros días fue en parte saqueada por los golpistas en el treinta y seis para hacer una pira “purificadora”.
Sus bailes, tertulias, salas de ajedrez, billares marcaron una época. Hoy queda una asociación que languidece en parte convertida en un Centro Cívico con actividades del Ayuntamiento y el recuerdo del edificio tirado.
Hoy va de curiosidades coruñesas. La ciudad tiene la particularidad de contar en su callejero una calle con un solo edificio. Es el edificio de Mango enfrente del Obelisco, donde antes estuvo el recordado Palace Hotel. El edificio en esta calle solo tiene entrada para el bajo, al resto se entra por la calle Real.
Su nombre Marchesi Dalmau. Fue alcalde de la ciudad en dos ocasiones a finales del siglo XIX. A él se debe la Plaza de María Pita, el reordenamiento de los Cantones, el alumbrado eléctrico.
No queda aquí la curiosidad. Este hombre tiene otra calle en la ciudad: Alcalde Marchesi. El ayuntamiento siendo alcalde Pérez Ardá debió pensar que era poco una calle tan pequeña para tal alcalde y decidió ponerle otra a su nombre.
Aprovecho esta entrada para recordar al Palace Hotel y horrorizarme en la contemplación del edificio actual.
San Vicente de la Sonsierra (La Rioja). Tengo la suerte de contar entre mis amigos a Valvanera, Lourdes y Javi y ellos de tener un pueblo como San Vicente de la Sonsierra. Estoy seguro que han contribuido a hacer de San Vicente un pueblo acogedor, por encima de sus vinos, monumentos y paisajes. Les gusta disfrutar con él y compartirlo.
El año pasado fue mi bautismo en este pueblo, con perdón de los bodegueros. Éste he recibido la confirmación en San Vicente, prometo volver para seguir gozando de él y sus gentes.
El pueblo es como un racimo que hay que ir desgranando para conocerlo: las callejuelas, casas solariegas, esquinas con encanto y sus alrededores con los viñedos que dan vida a esta zona privilegiada.
Nos encontramos llegando de Briones con el puente medieval sobre el Ebro que se remonta al siglo XIII. Sus diferentes arcos, los primeros apuntados y los siguientes de medio punto, lo hacen singular.
PUENTE MEDIEVAL. FOTO: L.C.
Como es un día de puertas abiertas de las bodegas visitamos unas cuantas: del Monge, Ramírez de la Piscina, Abel Mendoza, Teodoro Ruiz Monge, Heredaz de San Andrés, Carlos Moro… y hubo que dejar algo para otra ocasión. Son todas por igual, visitas interesantes donde te explican el proceso de elaboración del vino, cada una con sus características que le dan al vino sus diferencias, ofreciendo una cata de su producto para la comprobación de que el resultado ha sido bueno.
BODEGA CARLOS MORO
Comida en casa Toni a base de unas buenísimas croquetas de la casa, crema de patatas a la Riojana con espuma de piquillos, chuletillas de conejo empanadas al refrito de ajos y una excepcional torrija con helado para terminar. Acompañado con un Jararte. Casa Toni es un sitio acogedor en el trato y de una calidad muy buena. Recomendable, no marcharéis decepcionados, seguro.
Lourdes Crespo, guía excepcional, nos conduce en el recorrido por el recinto amurallado, restos del castillo del siglo XII y la iglesia de Santa María la Mayor del gótico tardío. Dando una auténtica lección de arte e historia. Todo con cariño a lo suyo, desmenuzando cada imagen, el pórtico, el retablo renacentista de mediados del XVI, la pila bautismal, el sagrario. Cuánto detalle, apreciación, cuánta provocación para abrir bien los ojos y acercarse a un entendimiento completo de una obra de arte. Así se enseña y se promociona un lugar. ¡Enhorabuena!.
Pero las uvas no nacen en las bodegas, ni en los atrios de las iglesias. Hay que salir al campo y para eso están Javi y Valvanera que nos acercan al mirador. Se disfruta el Ebro, vemos Briones y un inmenso mar de vides. Caminamos entre viñedos, nos acercamos a los guardaviñas. Donde en tiempos no muy lejanos hacían guardia o se refugiaban en días de inesperada tormenta.
Nos despedimos con la pena de dejar muchas cosas por ver, una Santa María de La Piscina, y la amenaza de volver. Para que la espera sea llevadera nos meten en el maletero: tierra, agua, sol y trabajo embotellado. Muchas gracias.
El edificio de la Telefónica en la calle de San Andrés esquina con Mantelería ha sido un referente en la ciudad. Las expresiones “al lado de la Telefónica”,“antes de la Telefónica”, “después”, “enfrente”; eran una indicación para situar un comercio o edificio en la zona.
Se inaugura en 1930. Siendo su diseñador el arquitecto José María de la Vega. Obra de este arquitecto es también la antigua cárcel de Carabanchel, en Madrid. En principio tenía dos plantas. Por necesidades de espacio se fueron añadiendo alturas y ganando fealdad. El edificio no dice nada. Es una masa gris enrejada de dudosa belleza, muy parecido a otras telefónicas y similar al de Santiago.
Recuerdo en mi niñez que había en la planta baja un locutorio con varias cabinas de madera que a mí me parecían bonitas. La proliferación de cabinas en las calles hizo a este locutorio innecesario y se cerró al público, quedando como central de la zona. Hoy creo que está en desuso, no se ve actividad y las luces permanecen apagadas, da la sensación de abandono. Uno más de la calle de San Andrés.
Se construyó en el solar que había dejado la “Real Fábrica de Mantelería” que habiéndose instalado en 1725 se tira a mediados de los años veinte.
Esta fábrica procedía de Sada que por desavenencias entre los dueños se traslada a A Coruña. Producía en exclusiva para la Casa Real, utilizaba lino en gran parte de origen gallego y la producción en la fábrica se completaba con lo que hacían diversos telares familiares de toda la comarca. Llegaron a trabajar quinientas personas en más de treinta telares.
Hoy al pasar por esta calle, Mantelería, solo podemos ver solares abandonados, contenedores rebosantes de basura y olores a orines. Una vergüenza.
Era martes, estaba en casa haciendo las tareas para el “Hijoputa”, cuando llegaron a última hora de la tarde mis padres comunicándome que habían matado a Kennedy. Tenía trece años y aquel hombre me sonaba como importante, lo había visto en el Vanguard que estrenábamos en casa. Lo relacionaba con unos conflictos en Cuba, con una posible guerra mundial, y poco más. Creo que gustaba a la gente junto con su mujer, daban imagen.
Al día siguiente en televisión pusieron las imágenes del asesinato, dos días después las del asesinato del asesino del presidente. Unas imágenes en blanco y negro con sombreros de mafiosos que me recordaban las películas de cine negro. Salió en la televisión un hombre llamado Ruby, el asesino. Decían que regentaba un cabaret, donde las chicas se iban quitando la ropa al ritmo de la música. ¡Striptease! ¡Qué cosas pasaban en el mundo y yo sin saberlo! Así es como en mi memoria quedó unidoo el “striptease” con la muerte de Kennedy. ¡Gracias presidente!
Empezaba en esta época a hojear con interés el periódico, escuchar los partes de la radio y a ver la recién llegada televisión. Destaco y conservo en la memoria el secuestro del Santa María en 1961 por un militar portugués de nombre Henrique Galvao. Todo lo relacionado con Luter King, su lucha por la igualdad y su asesinato ya en 1968. El asesinato de Lumumba, guerra del Vietnam, luchas en EEUU por los derechos humanos, la muerte de Juan XXIII, tantas y tantas cosas en la década de los sesenta.
Aquí todo era tranquilidad, aunque algo se intuía pero lejos de la prensa y televisión. Estaba en el aire, en el ambiente, en los murmullos y en alguna radio clandestina. En aquellos días se produce el ajusticiamiento de Grimau. Otras noticias montaban ilusión como la del petróleo de Valdeajos que iba a convertir el norte de Burgos en Texas.
Mientras el presidente americano era asesinado el mundo del cine traía “Los pájaros” de Hitchcoch, “Irma la dulce” de Wilder que creo que es la película que más veces he visto y en España “El verdugo” de Berlanga. Películas que tardé unos años en disfrutar pero fueron llegando como otras muchas cosas
En el Vanguard veía “Los intocables”, siempre que no tuvieran dos rombos, y su lucha contra el vicio. El bien y el mal enfrentados una vez más. “El fugitivo” donde el pobre de Richard Kimble deambulaba en busca del manco, asesino de su mujer, muerte del que le acusaban. En uno de los primeros capítulos se había fugado de un tren cuando le trasladaban de presidio, igualito que lo que pasó en España con “El Lute”. Realidad y ficción de la mano.
Todo esto me hace recordar la imagen del viejo Vanguard que he encontrando en internet
FILE – In this Nov. 24, 1963 file photo, Lee Harvey Oswald, accused assassin of President John F. Kennedy, reacts as Dallas night club owner Jack Ruby, foreground, shoots at him from point blank range in a corridor of Dallas police headquarters. For most Americans media coverage of the accused leaving police precincts isnt unusual but some French politicians and citizens were disturbed this week when a rumpled, handcuffed, angry-looking Dominique Strauss-Kahn was shown being escorted by New York police after being accused of sexual abuse. (AP Photo/Dallas Times-Herald, Bob Jackson, File)
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