EL MOMENTO

El misterio de lo desconocido, la pesca del compañero fugaz de los múgeles, el momentáneo destape de lo oculto durante años se muestran en breves instantes a paseantes.
Todo misterio

Paseando por la ciudad a veces salta la oportunidad, el momento preciso para echar mano a la cámara fotografiando la ocasión que aparece ante nuestros ojos.

Desde pequeño me atrajeron los dos desagües de la dársena. Los múgeles en abundancia estaban siempre en su proximidad. En marea baja aparecían en su totalidad quedando cubiertos en la pleamar. Imaginaba en su interior caminos misteriosos habitados por monstruos que saldrían en las noches para nadar por toda la dársena entre pesqueros, gabarras y barcas. Nunca hasta hace unos días, vi salir el agua en esa cantidad. Fue cuestión de minutos, al poco rato dejó de salir el agua. No llovía. No se cual es la función de esos desagües en el día de hoy. Mi cámara captó ese momento. Prometo que no abrí ninguna llave, no es foto preparada.

De pesca en la Dársena

Muy cercano al lugar de la foto anterior la grúa está sacando del agua la furgoneta que se precipitó al fondo al saltarle el freno estando aparcada en la proximidad. Los múgeles se quedan sin el compañero que había llegado con estrépito momentos antes, no les dio tiempo a reaccionar, a investigar en su interior, a colonizarlo.

Bonito destape en el Cantón

Después de mucho tiempo desalojado el edificio que albergó el cine Avenida y tapado por lonas publicitarias se presenta el momento del cambio de la publicidad para poder contemplar el edificio de Rafael González Villar. Fueron unos minutos. Bajar y subir el cartel publicitario, después otra vez el olvido hasta que hace unos días se ha acometido su rehabilitación. Toca esperar hasta ver el resultado.

PUERTAS Y VENTANAS 13

Caminando entre calles y plazas o indagando en fotografías antiguas vamos descubriéndolas, nos atraen por la forma, el colorido, los dibujos; a veces deslumbrantes y ostentosas, modestas en su sencillez, otras en deterioro y abandonadas, con historia o recién llegadas todas forman parte de la ciudad viva. «Disfruta y sigue tu camino«
Antiguo Hotel Atlántico
Iglesia de Santa Lucía
La Marina
Calle Herrerías

¡HABLAD BIEN! NO CUESTA NADA

Plaza de Lugo. Año: 1965. Fuente: Ernesto Díaz Noriega

Recuerdo en mi infancia ver pegado en mercados y estaciones de ferrocarril carteles como el de la fotografía. La blasfemia se oía sobre todo en donde el personal hacía trabajos físicos en compañía de animales. La expresión “habla como un carretero” algo tendrá que ver. Hay zonas, país vasco, donde la expresión “cagüendi…” se usa como una muletilla en el habla común: si hace frío o calor, si llueve mucho o poco,“has llegado tarde cagüendi…”

Hace muchos, muchos años en el aparcamiento de la playa de Bastiagueiro al bajar del coche escuche gritos de “Mecagüen d…” ¡sinvergüenza!, ¡qué hay niños!

Miré a todos lados viendo a un amigo poniéndose los pantalones después de sacarse el bañador al lado de su coche. Supuse que podía necesitar ayuda y la situación divertida. Me acerqué al enfurecido, sin mediar palabra le espeté “¡delante de niños, blasfemando!” “¡Lo que hay que oír!” “Perdón, es que me ha puesto, cómo me ha puesto al verle en pelotas”. El simple hecho de cambiarse un bañador había alterado la tranquilidad de un ciudadano de moral alta y verbo fluido.

Tengo otra vivencia en un partido de fútbol contra los salesianos. El extremo corría por la banda, ante una entrada del defensa perdió el balón gritando “¡mecagüen d…!” percibiendo que al lado estaba el entrenador, salesiano con sotana, se paró en seco “perdón”, “¡cágate en lo que quieras pero sigue jugando!”. La pasión puede hasta disculpar el lenguaje desenfrenado.

¡Qué mal hablada es la gente! La madre se quejaba, en tutoría, del lenguaje de su hijo. Todo correcto, su preocupación era admisible pero… sus explicaciones las iba acompañando de la muletilla “cagüendios que mal hablado es mi hijo”. He de decir que la señora no era vasca.

De niños decíamos “hablar bien no cuesta un carajo y quedas de puta madre ante la puta sociedad “

TRAVESÍA POR NUESTRA DÁRSENA

Comienzo el recorrido con una foto de 1897 donde al fondo se puede ver el “Circo Coruñés” desparecido en 1901 siendo sustituido por el “Teatro-Circo Emilia Pardo Bazán” una a una van apareciendo imágenes que nos muestran la evolución de nuestra querida Dársena.

El oleaje que había los días de temporal al no estar todavía el dique de abrigo, el mar junto a las casas, las gabarras que transportaban pasajeros y mercancías a los barcos anclados en la bahía que no podían acercarse por el escaso calado, el dragado buscando más calado, la cena antes de salir a pescar, los varaderos…

Espero que disfrutéis como yo lo he hecho buscando y seleccionando el material. Feliz travesía.

Año: 1897. Fuente: Víctor López Riobó. Al fondo se puede ver el «Circo Coruñés» desaparecido en 1901, en el lugar se construyó el Teatro-Circo Emilia Pardo Bazán
Año: 1903
Año: 1903
Gabarra con heridos de la Guerra de Cuba. Año: 1898. Fuente: Nuevo Mundo
Traslado de emigrantes. Año: 1916
Muelle de la Marina-Dársena. Año: 1911. Fuente: Librería Lino Pérez
Dragando la Dársena
Al fondo Teatro Emilia Pardo Bazán. Año: 1910 ? Fuente: Bartolomé Chavert
Años: 20
A la derecha Playa de la Marina. Año 19… Fuente: A. R.G.
Construcción del Náutico. Año: 1929. Fuente: A.R.G.
Años: 30 Foto: Roisin
Año: 1939. Foto: Alberto Martí
Años: 30-40 Fuente: A.R.G.
Foto: Blanco. Año: 1955
Años: 60. Foto: Lamela
Desde los varaderos. Años:60
Años: 60. Fuente: Miguel Guti
Gabarras, botes y noray. Año: 1967. Foto: Lobón
ESTADO ACTUAL

LA IBENSE: DE SAN JOSÉ AL PILAR

La Ibense, como los circos, la zarzuela, el Teresa Herrera, la lucha libre, el concurso hípico, las carreras de motos en el Cantón, los toros, las banderas para recibir al dictador… eran cosa del verano.

Los helados en mi niñez solo se consumían con buen tiempo por aquello de que no nos fuera a dar algo por efecto del frío.

Yo era de la Ibense otros, tendrían sus razones, de la Italiana.

Se abría por San José y cerraba en el Pilar.

Fundada por José Villaplana a mediados de los 20 en la calle de San Agustín pasó al poco tiempo a Juana de Vega hasta terminar en los Cantones en 1936 ocupando un comercio de Efectos Navales al lado del The Anglo-South American Bank estando puntual a la cita estival hasta 1992.

Era un local largo y estrecho con mesas de mármol a la izquierda y a la derecha los milagrosos recipientes del helado: mantecado, limón, fresa, crema tostada… y los polos.

Con el cierre del local, el encargado señor Reboredo, abre la heladería Colón con el mismo mantecado, llamado de vainilla, y muchos mas sabores estando abierto todo el año. Los niños hoy no se enfrían por un heladito.

Año: 1936
Años: 60

RELOJERÍA MUIÑOS

La relojería Muiños fue una institución en el mundo del arreglo de relojes, para cualquier desajuste Muiños tenía solución. El establecimiento estaba en la calle Juana de Vega al lado de una fábrica de boinas y enfrente de la popular frutería con loro parlanchín. Hasta 1962 el tranvía que iba hasta Peruleiro amenizaba la jornada con su característico ruido de la campanilla avisando a los ciudadanos de su presencia acompañado del volteo de las campanas de los jesuitas.

Su origen hay que buscarlo en los años 20 cuando Laureano Muiños abre el local rodeándose de un grupo de oficiales y aprendices formando un equipo dedicado a todo tipo de arreglos. Allí se reparaban carretes de cañas de pescar, taxímetros, velocímetros, cuenta kilómetros y hasta máquinas fotográficas como me cuenta Juan el último oficial.

Ya mayor, Laureano, en los 40 deja el negocio a David y Pedro con la condición de conservar el nombre del establecimiento. No se va muy lejos, tiene su domicilio encima del negocio, desde donde sigue echando una mano. Por medio de una cestita con polea suben y bajan los encargos.

Se inicia la segunda etapa con igual dedicación al cliente. Sigue siendo un lugar de trabajo y formación de profesionales que fueron a otros establecimientos de la ciudad.

En 1979 el empuje inmobiliario hace cerrar el negocio como los vecinos de Munín, la fábrica de boinas y muchos más,se va Juan a la calle del Orzán donde hoy sigue atendiendo con el mismo esmero, dedicación y resolución en todo lo que se le demanda. Si Muiños no lo resuelve, es que no se puede.

Su pequeño taller es un lujo de otro tiempo, no puede desparecer al igual que permanecen pequeñas tiendas en el Orzán. Cada vez que voy recuerdo las visitas que hacía con mi padre al establecimiento de Juan de Vega para reparar la cuerda saltada viniéndome a la memoria aquel grupo de hombres inclinados en su mesa con pequeñas pinzas y diminutos alicates profundizando con la ayuda de la lupa monocular en el interior de los relojes.

Año: 1979
Años 70
En el centro con gafas Laureano Muiños . Años 40
Años 60

PUERTAS Y VENTANAS 11

Caminando entre calles y plazas o indagando en fotografías antiguas vamos descubriéndolas, nos atraen por la forma, el colorido, los dibujos; a veces deslumbrantes y ostentosas, modestas en su sencillez, otras en deterioro y abandonadas, con historia o recién llegadas todas forman parte de la ciudad viva. «Disfruta y sigue tu camino»
Fábrica de Armas en la calle de la Torre con Orillamar
Paseo Marítimo
Plaza de las Bárbaras
Torre de Hércules de Francisco Leiro

ARCOS EN A CORUÑA

Un paseo fotográfico por arcos de la ciudad. Algunos desaparecidos, tapados o transformados otros. Todos nos transmiten parte de su historia. Dejo sus fotos para disfrutar. Buen camino.
Cárcel Real, al fondo Castillo de San Antón
Casa Gótica desde la Cárcel Real. Año: 1927
1960 Fuente: ARG
Años: 60. Foto: Tonecho. Antes de la invasión del Playa Club
Paseo de Riazor. Foto: Francisco Pillado. Años: 60
Maratón desde la entrada desaparecida
Riego de Agua. Año: 1900
La Marina Año: 1943. No había terrazas
La Rosaleda. Año: 1960
Ermita de San Amaro (1607-1927)
Los Puentes con Torre Coruña. Años: 60. Foto: Ángel Arrojo
Ampliando el instituto Eusebio da Guarda. Año: 1960. Foto: Blanco
Avda. Linares Rivas. Recibimiento de Alfonso XIII
Plazuela de las Bárbaras.

PISANDO LAS SOMBRAS

Bajada a la playa de Riazor. Foto: Ramón Sánchez Estalote Años: 50

¡Todo juego! Cuánta dicha se avecina en una jornada de baño y sol, de juegos y risas.

El baño espera, por el camino al bajar las escaleras han aparecido las sombras. Sombras para pisar, para medir, avanzar y retroceder, subir y bajar.

Dejarán las sombras y en las barcas, ya en la playa, al abordaje, el naufragio, buscando a Moby Dick en mares lejanos, a Jim Hawkins y John Silver con su loro.

Al final el agua, a nadar, a nadar luchando con las pequeñas olas. ¡Cuánta felicidad! ¡Cuántos recuerdos vienen pegados a las sombras!