Bellas imágenes nos traen estas fotografías de comienzos del siglo pasado que tienen como protagonista a la burguesía coruñesa. Paseos, viajes, bailes, espectáculos y celebraciones religiosas paseadas con prestancia y gallardía. Lucimiento en un marco también desaparecido, arrinconado, como la elegancia de sus gentes en el recuerdo de otra época. Recorrido por el paseo del Balneario de Riazor, el Leirón de Juan Flórez con sus edificios circundantes, la estación del Norte, plaza de toros, el viejo Riazor. Imágenes para disfrutar y sonreír, tal vez, con un poco de envidia.
Año: 1907. Foto: Pedro Ferrer
Año: 1907. Fuente: Coruña Onte e Hoxe
Corralón de la Gaiteira. Año: 1911. Foto: Villar Martelo
Diversas celebraciones de doña Emilia con su elegancia y don de gentes
¿Cuántos escalones se necesitan para transformarse en escalera?, ¿qué es necesario para que una humilde escalera llegue a categoría de escalinata? Andando por la ciudad nos encontramos grandes y pequeñas variaciones de nivel que se resuelven con escalones, escaleras, escalinatas… y cada vez más, con rampas, por eso de facilitar la movilidad de los ciudadanos. No alcanza ninguna a la escalinata de la Piazza de Spagnia en Roma, aunque la del Observatorio lo intenta con sus 110 escalones. Siempre ha sido una escalera solitaria. Nunca puse pie en ella, he oído que en otros tiempos era lugar de juegos y desafíos de pandillas buscando aventuras.
Paseando a la caza de escaleras, he encontrado unas cuantas de variado tamaño que prestan un servicio de comunicación entre barrios, acceso a edificios… Algunas son muy bonitas, hay que buscarlas recorriendo la ciudad con la mirada un poco elevada; disfrutemos de ellas y hagamos uso para que nuestro colesterol lo agradezca
No seamos imprudentes, antes de lanzarnos a subir escaleras, parémonos un ratito en la lectura del libro de Cortázar “Historias de cronopios y de famas” donde en un divertido capítulo da instrucciones de cómo subir una escalera. “Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de lado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños…” Buenas subidas y bajadas, y buena lectura.
Pongo una selección de fotos sobre diversas escaleras de la ciudad, dejo alguna para otra ocasión.