PASEANDO POR BURDEOS

Burdeos (Francia). Ciudad para disfrutar paseando por sus abundantes calles peatonales, perderse por callejuelas  y plazas contemplando fuentes y monumentos.

Edificios de piedra de poca altura sin exceso de proporción o protagonismo. Marcan los límites de la ciudad las Puertas de Borgoña, la Gran Campana, la del Palacio,  o la de Dijeaux.

Tranvías silenciosos comunican con las zonas alejadas conviviendo armoniosamente con bicicletas y patinetes.

 A orillas del Garona la plaza de la Bolsa donde podemos  disfrutar con el Miroir d´Eau espectacular capa de agua sobre el suelo que recoge bonitos reflejos de las fachadas. Enfrente el Puente de Piedra de diecisiete arcos para cruzar y contemplar los edificios desde la otra orilla.

Visita obligada a la antigua base de submarinos y su muy interesante conversión en sala de exposiciones. En estos días están con una de Sorolla y Venecia. Es un espectáculo de luz y sonido donde las imágenes te envuelven proyectadas en todo el espacio y reflejos en el agua.

A la entrada monumento en recuerdo de los republicanos españoles que participaron en la construcción.

Ciudad para disfrutar.

Dejo unas fotos como recuerdo.

Pont Pierre sobre el Garona. Construido en 1812 es el primer puente de la ciudad mandado construir por Napoleón
Gran Teatro de 1780. Sede de la Ópera y del Ballet Nacional de Burdeos
Plaza de la Comedia
Sanna de Jaune Plensa
Plaza Quincoces. Monumento a los Girondinos
Plaza de la Bolsa con la fuente de las Tres Gracias
El Espejo del Agua
Puerta de Borgoña
Puerta de la Gran Campana en la calle Saint James. La puerta más antigua de la ciudad construida en el XIV. ¿Buscamos al leopardo?
Puerta del Palacio
Puerta Dijeaux del siglo XVIII junto a la plaza Gambetta
Exterior de la antigua base de submarinos.
Monumento a los republicanos españoles confinados en los campos de concentración de trabajos forzados nazis que participaron en su construcción muriendo 68 por accidentes y penurias
Construyendo la base de submarinos. Año: 1942. Fuente: GETTY
Entrada a la exposición Bassins des Lumiers de Sorolla y Venise
Interior de la exposición. Fuente: Mochila Exprés
Basílica de San Miguel
Catedral de San Andrés. Construida a finales del XI forma parte del Camino de Santiago
Catedral
Museo del Vino
Merecido descanso

RONCAL: SUS PUERTAS Y VENTANAS

Roncal (Navarra). Camino del Roncal rodeados de montañas nos sumergimos en un otoño con  bellos colores de hayedos  y prados.

Caminamos entre construcciones populares y edificios señoriales por calles empedradas  ascendiendo hasta la iglesia gótico-renacentista  de San Esteban del siglo XVI.

En las fotos disfrutemos con las puertas y ventanas de este singular pueblo.

Ayuntamiento. Año: 1953. Foto: Indalecio Ojanguren

PRIMER SUPERMERCADO

Supermercado CABSA en el mercado de San Agustín. Año: 1958. Foto: Blanco

La foto corresponde a las colas que se formaban en el primer supermercado de la ciudad días después de su inauguración. Estaba en los bajos del mercado de San Agustín.

Había sido promovido por la “Comisión de Abastecimientos”  (CABSA) para moderar los precios y combatir la inflación, y a finales del verano del 58 lo inaugura Franco acompañado del Cardenal Quiroga Palacios para su bendición.

La apertura del establecimiento fue un hecho transcendental en la ciudad. Se comentaba en todos los corrillos, los tenderos de toda la vida con prevención.

Lugar diáfano, expositores con productos empaquetados, cámaras frigoríficas, cajas registradores donde cajeras uniformadas con cinta recogiendo el pelo cobraban los artículos que los clientes habían ido depositando en una cestita ofrecida a la entrada. «¡Pase y sírvase usted mismo!»

!»Hasta la panceta se transformó en beicon»!

Luz, limpieza, música ambiental y toda la instalación hecha en 48 días según la prensa de la época. Un gacetillero de la Voz comentaba al final de su crónica “las amas de casa están de enhorabuena”

Recuerdo haber ido alguna vez con mi madre. Entre varios productos compró unos huevos que venían empaquetados y con cuño.

En casa no gustaron, ganaron por goleada los huevos de Consuelo de la Plaza de Lugo, aunque no tuviesen cuño y si, algún resto de plumas.

“Pobres gallinas parece que trabajan en Hacienda” comentó mi padre.

Yo prefería ir a la tienda del barrio, me sonreían acompañando siempre el cariñoso saludo con una galleta de coco o un caramelo.

… poco a poco se fue diciendo adiós al papel de estraza, al cuartillo y medio de aceite, a arenques ahumados, a los sacos de legumbres, a las hojas de bacalao colgadas a la entrada, al «apúntamelo», a la charla con el tendero… y hasta al gato vigilante de ratones.