CAMINAR DE MUJERES

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Ribadavia.,1960. Foto: Adalberto Picasso

Las fotos me cuentan una historia. La  historia del caminar continuo de mujeres. El caminar de aquí para allá dejando en el camino una entrega a los suyos.

La mujer hasta hace poco se dedicaba a las tareas domésticas. Lo de casa no era trabajar. Era un ir y venir entre niños, fregadas y comidas. A algunas no les llegaba el espacio doméstico, su ir y venir se extendía a las calles, a los caminos, a la ribera del mar. En ese caminar para asentarse bien tenían que poner algo sobre la cabeza: un balde, cesta y meterle un poco de peso: unos pescados, algún producto de la huerta y para equilibrar se acompañaba de algún niño que andaba por casa.

La carga la acercaban a los mercados o ferias por eso de ofrecerlo a alguien que le pudiera interesar. De vuelta a casa, si terciaba, alguna iba a la playa para recoger algún berberecho para seguir caminando. Las había que gustaban caminar con las manos  enlatando mariscos, jabones… siempre bajo la mirada del vigilante que cuidaba el camino.

Recuerdo el caminar de las  mujeres en mi niñez. Todas las mañanas llegaba a casa Concha, venía de Tabeaio. Era una mujer pelirroja, bajita, regordeta con una sonrisa siempre en sus labios y ojos. Traía la leche y se llevaba la lavadura.  Por los Santos me obsequiaba con unos collares de castañas que estaban deliciosas.

Acabó caminando a Venezuela, en Tabeaio quedó el marido cuidando de los hijos pequeños, volvió con unos ahorros conseguidos caminando para construir una casa, comprar una furgoneta y seguir caminando vendiendo pescado.

Casi al mismo tiempo que Concha traía la leche, llegaba otra mujer que se llamaba Marcelina, caminaba repartiendo el periódico.

“A Tola”  llegaba los sábados por la tarde. Era una mujer muy gorda que subía las escaleras al grito “¡un cacho pan!” seguida de cinco o seis niños de diferentes edades. Se le daba comida, ropa y alguna perra.

En el páramo castellano, donde pasaba el mes de agosto, las mujeres también caminaban. Al grito contino de maaa, maaa, maaaa… caminaba la «Sorda» con un balde de zinc lleno de pescado encima de la cabeza yendo por las puertas ofreciendo unas merluzas excelentes.

Las mujeres del pueblo caminaban para llevar la comida, que antes habían preparado, a sus maridos que trabajaban la tierra, una vez en la tierra seguían caminando segando con la hoz los cereales y hacíando las gavillas.

De vuelta a casa cuando los maridos habían encerrado a los ganados e iban a tomar unos vinos a la taberna para disfrutar del merecido descanso, ellas caminaban atendiendo a los hijos, haciendo la cena. Mientras hervía el puchero bajaban a las cuadras a ordeñar las ovejas para luego caminar haciendo riquísimos quesos.

El caminar lo solían acompañar con canciones y risas por eso de la alegría.

Añado las fotos, que han provocado este texto no como homenaje. Los homenajes, las placas, las estatuas son para gente importante. Las añado como un recuerdo de mujeres que caminaron duro. Camino hecho con esfuerzo para luchar por los suyos. Mientras las recordemos estarán con nosotros y su caminar seguirá teniendo sentido. Será la lluvia fina que empapa la tierra para prepararla para la nueva cosecha. Mientras tanto, los homenajes, las placas, las estatuas y los minutos de silencio de la gente importante serán cubiertos por el verdín del paso del tiempo que los llevará al olvido.

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Lugo, 1965..Foto: Benedicto Conde.
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A Coruña, 1915. Foto: Pedro Ferrer
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Santiago,1971. Foto: La Revolución de las mujeres
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Allariz, 1932. Foto: José Suárez
Mercado de San Agustín Año: 1890?
Calle de San Andrés. Año: 1963. Foto: Lamela
Betanzos. Años: 50. Foto: José Veiga Roel
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Marín,1924. Foto: Anderson
Muelle Linares Rivas. Años: 20
Vigo, 1958. Foto: Ramón Dimas
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SANTA UXIA DE RIVEIRA, AÑOS 50
Foto: Conde González
A muller do paxariño. Carballo. Año: 1924. Foto: Jaime Solá
Buenaventura. A Estrada. Foto: Jesús Failde
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BAIONA, 1946. FOTO: FEDERICO PATELLANI
Años: 60. Foto: Blanco
Santiago, 1960. Vendedora de lampreas
Mercado de San Agustín. Año: 1925
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PONTEVEDRA, 1900. FOTO: FRANCISCO ZAGALA
1926. Pacheco
Pontevedra. Foto: Virxilio Vieitez
Noia. Año: 1920. Fuente: Ed. Thomas
Palilleira de Costa da Morte. Anos:60. Foto: Lamela
Lugo, 1946. Foto: Juan Jose
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A CORUÑA,1925. FOTO: ÁNGEL BLANCO
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SANTUARIO OS MILAGROS, 1978. Foto: Cristina García Rodero

«Padre, ¿Habré caminado lo suficiente?»

21 opiniones en “CAMINAR DE MUJERES”

  1. Excelente trabajo. Muy apropiado en este 8M cercano, Día Internacional de las Mujeres. ¿Qué sería del mundo sin el caminar de la mujer?
    Mi admiración por ellas, las de ayer, las de hoy y las de mañana…
    Enhorabuena por este reportaje.

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  2. Cómo me ha emocionado leer la historia de mi tía abuela Concha Rey!!!!era una luchadora incansable y sobre todo una bellísima persona…te quiero tía 😘😘😘

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      1. Por desgracia mi tía nos dejo en febrero de 2016, pero todos la que la queríamos la recordamos con una gran sonrisa y una ternura infinita Sin duda permanecerá siempre en nuestros corazones. Orgullosa de ser su sobrina😍😍😍

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