¿Así que no creéis que otra dictadura sea posible en Alemania? Es la pregunta que el profesor Wenger (Jürgen Vogel) hace a sus alumnos de Autocracia, dentro del Desarrollo de la semana de proyectos. Percibe que los alumnos están cansados del rollo del nazismo, lo rechazan porque así se lo han dicho, porque es una condena de la historia. Pero no van más allá.
Diseña una estrategia en la que, al ser aceptado como líder, va introduciendo las características de un régimen totalitario: disciplina, pertenencia al grupo, adaptación de símbolos, uniformidad. La transformación de la clase se hace sentir desde el principio.
Lo que comienza como un juego se va de las manos del profesor y el grupo se ve imbuido por las ideas pasando a la acción llevando el experimento a un trágico final.
Queda al final de la película la certeza que el huevo del totalitarismo puede ser incubado en nuestras sociedades que creemos protegidas de esas ideas. La manipulación de las masas, el ser presa de sistemas de comunicación que anulen la capacidad de discernir, quedando atrapado sin darte cuenta pueden formar parte de la manipulación de una sociedad.
Película alemana de 2008 que en su día alcanzó gran éxito de público en Alemania. Basada en un hecho real sucedido en California en 1967 cuando el profesor de historia Ron Jones llevó a cabo el proyecto “La tercera Ola” para demostrar los peligros de la autocracia consiguiendo el efecto contrario.
Didáctica y provocadora. Tal vez simple, introducir el desarrollo de la película en una semana la puede hacer poco creíble, aún así es muy interesante. La he visto por primera vez, en Netflix, aunque había oído hablar mucho de ella no había tenido oportunidad de hacerlo.
Antonio Elorza escribió en El Pais un artículo que fue muy polémico, “La ola”, el 16 de junio de 2014 que partiendo de esta película denunciaba las estrategias de Podemos.
La ola (2008)
País: Alemania
Director: Dennis Gansel
Reparto: Jürgen Vogel
Que lastima que esta ficción cinematográfica se vea calcada en la realidad ahora política de nuestro país.
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Y de Inglaterra, Francia… y los ejemplos democráticos americanos. Mi abuela decía que la vaca no pare el día que la empreñan. Un abrazo.
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